sábado, 12 de diciembre de 2015

LA CÁRCEL DEL DESIERTO, Marisa Aragón Willner

LA CÁRCEL DEL DESIERTO 


La distancia que va de cuerpo a cuerpo
    es tan grande como la que hay de alma a alma
                                         (Huidobro    “Altazor)
¿ qué había en los ojos de los prisioneros
cuando la última sirena marcaba hora de reposo ?
¿era un día más de vida
eso , transcurrido entre cuatro paredes
y órdenes y trabajos ?

¿ era un día demorado en que la madre de Bolivia
extrañaba a sus guaguas tan lejanas?
¿o que la muchacha de Colombia
retocaba sus ojos para que nadie la viera?
¿su cuerpo de pasarela qué esperaba de ese día
recluído por sus errores ?
¿ la matrona de Santo Domingo
que perdiera a su compañero en una trifulca
se mecería en un baile caribeño
recordándolo al caer la noche?

Y los libres de afuera ¿ qué haríamos
para no sentirnos presos luego de haber
tocado con la zurda del alma esos destinos
que escurrían entre barrotes ?

Mimetizados con esas mujeres
al salir sentiamos su soledad y su tormento.
En los tejados al dar las seis
se sobreponían las nubes oscureciendo el penal
un pájaro vigía de corazón endurecido
capitaneaba el silencio del desierto.


Los sueños perdidos
buscaban la grieta por donde escapar
de esa desgarradura del alma sin días festivos



MARISA ARAGÓN WILLNER
Inspirado luego de la visita al penal de Mujeres en El Chañaral . Chile.

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