jueves, 16 de octubre de 2014

TRADICIÓN VERSUS MODERNIDAD, Juan de Dios Orozco López

Tradición “versus” modernidad

Es el eterno debate. Y en protocolo la tradición siempre fue muy importante. Tanto es así que, a los que nos dedicamos a esto de la etiqueta, los modales y la organización de actos, siempre se nos señala como la salvaguarda de la tradición. Por eso algunos no quieren hablar de protocolo al entender que lo relacionado con él está pasado de moda o, mejor dicho, démodé o outdated que suena mejor y viste mucho más a quien así lo califica.
Es cierto que desde toda perspectiva parece que una de las finalidades del protocolo es preservar lo antiguo y traerlo a la actualidad de vez en cuando. Así, recordamos las formas de hacer bien las cosas de los que nos precedieron y los modos de éxito del pasado. Ello cohesiona a la sociedad y se constituye en factor diferenciador de otras culturas. Creo que cuando el pasado no sea importante para una sociedad, ésta será fagocitada por otras que sí lo tengan en cuenta.
Frente a los que nos gusta preservar lo bueno del pasado como elemento para asegurar el futuro y conservar nuestra cultura, nos encontramos con dos posiciones diferentes. Por un lado están los innovadores que, aun siendo respetuosos y conociendo la validez de la buena solera, quieren introducir novedades sutiles que actualizan procedimientos. Por otro lado están los que sin pudor y desconociendo lo bueno de otros tiempos, califican con la ligereza del ignorante de “casposo”, “retrógrado” o “anacrónico” cualquier actuación que ellos no hayan validado y aceptado como “moderna”
Me produce tristeza -cuando no rechazo- determinadas actitudes que desprecian el pasado en pro de la novedad -que no de la innovación- solo para ser diferentes de los demás y sin más razón y fundamento intelectual que el de cambiar las cosas simple y llanamente para ser más modernos y obtener partido de sus pobres tesis.
Es cierto que todo lo pasado no fue bueno pero esta afirmación me lleva a aseverar que no todo lo moderno es acertado y válido. Desde luego, creo yo, no hay futuro si el presente olvida el pasado.
© Juan de Dios Orozco López

No hay comentarios:

Publicar un comentario