viernes, 16 de mayo de 2014

SUSAN SONTAG HABLAS DE SERGE, ESCRITOR, Héctor Hirales Morán


"Susan Sontag habla de Serge, escritor":

Ella, la implacable y lúcida
abeja reina del red set neoyorkino,
(amiga de Michael Douglas y
de otras celebridades),
habiendo dicho ya
que le interesaban más
“los derrotados que
los vencedores”,
pudo encontrar quizás
en Víctor Serge
un modelo perfecto
del héroe derrotado.
En suma -escribió con su mirada
atenta y compasiva-,
“nunca hubo nada
de triunfal en su vida”,
su vida de eterno estudiante
menesteroso,
de insurrecto errante
y de militante en fuga,
salvo que exceptuemos, dijo,
“el triunfo de su inmenso talento
y de su terquedad de escritor…”
Sólo el triunfo de sus convicciones
firmes y su astucia,
de su genética incapacidad
para deambular en compañía
de los fieles,
de los crédulos cobardes y de los
meramente ilusionados;
el triunfo de lo que no se corrompe
así como de la valentía,
y con ello el de un sendero
solitario y distinto
al de los mentirosos
(al de los aduladores
y los arribistas);
el triunfo -a mediados de los años veinte-,
de haber tenido razón aunque ello
sirviera en su momento de muy poco,
sin olvidar el triunfo de habernos dejado
una herencia literaria y humana
de campos abiertos y altos vuelos,
de una integridad inmaculada…
No quiero ser malinterpretado:
el que Susan Sontag escribiera esto
en el estudio
de su espacioso departamento
(que compartía con Annie Leibovitz),
y daba al Central Park,
y desde el cual podían verse,
en las claras mañanas estivales,
quizá el hermoso lago,
más acá las nutridas
arboledas, no le quita
un gramo de valor a su compasivo y
apasionado testimonio…
A fin de cuentas (pienso),
la moral no era sólo
un árbol que da moras…

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