sábado, 16 de febrero de 2013

ENTREVISTA CON JESÚS BARTOLO BELLO, Ana Valle

Entrevista con Jesús Bartolo Bello

Por Ana Valle


entrevista-jbartolo--bello.jpgNaciste en Guerrero, ¿cómo era el ambiente cultural cuando comenzaste a publicar?

Sí, nací en Atoyac de Álvarez Guerrero, el 24 de agosto de 1970. Los años setenta fueron años convulsos y que desde ya, marcaron mi vida para siempre. El ambiente cultural no se palpaba, al menos no para la mayoría, no existían referentes literarios en el terruño y mucho menos una tradición literaria en la cual abrevar. Las publicaciones vinieron primeramente en un muro en la Escuela de Ciencias Sociales, con dos locos igual que yo: Oscar Basave y Citlali Guerrero, que se llamaba Idea Azul y que solo duró tres ediciones; después fuimos absorbidos por un grupo que también hacia un periódico mural llamado Muro de los lamentos, mismo que fue pionero en Guerrero de las primeras páginas literarias serias: Pata de perro, que después derivó en Hoja de obsidiana y El Sol de Acapulco, que duraron algunos años. Este mismo grupo fue el que con sus limitaciones logró mover la cultura, de algún modo.


Si existe la madurez poética, ¿cómo explicas tus exploraciones como poeta? 


Soy un aprendiz de poeta, de eso no tengo la menor duda, sé que aun no alcanzo esa “madurez poética”, porque uno nunca termina de aprender y vivir el mundo. Mis exploraciones como poeta se las dejo a mi intuición, al asombro, a observar al mundo. A rescatar ese puntal de mi poética que es la infancia y todo lo vivido en ella, porque casi todo mi trabajo poético gira entorno de esa etapa de mi vida y a una imagen fundamental, la mujer. En este caso, mi abuela. Y a dejar constancia de que la memoria de las cosas es la que nos hace ser. También he explorado el lenguaje por el lenguaje, otras experiencias vivíficas y que he plasmado en mis poemas.


En Aviso de ocasión creas una voz femenina feroz al expresar su deseo, ¿a qué necesidad responde el poema?
A la necesidad de no olvidar esa contraparte que mueve al mundo que es la mujer. Y a esa parte del hombre que casi nadie estimula: la ternura.


Algunos poetas critican que la poesía erótica se ha vuelto pornográfica, ¿cómo definesAviso de ocasión, en donde encontramos versos como “Pido a alguien dispuesto a prestarme/ el falo para jugar a las muñecas”? 

Como un libro con el que mucha gente se identifica y a otra más les causa escozor. Clasificarlo sería aventurado de mi parte. Hay quienes dicen que es pornográfico; otros, erótico; algunos más, de mal gusto. Muchos lo han tomado como recetario y se los han dado a leer a su pareja. Creo que un libro es para que cada quien tome lo que deseé. Lo único que sí sé, es que nunca será un best seller, ni un libro de autoayuda, pero para quien lo lea alguna espina se le quedará enterrada.


En Estar de vuelta se puede leer que el poeta es quien tiene “esa mirada del metafísico diurno” para transmitir la nostalgia cotidiana del vivir, y que es la poesía esa “lluvia poseída corazón adentro”. Ante la diversidad de propuestas poéticas, ¿crees que está en crisis esta manera de concebir la poesía?
Creo que en general la poesía está en crisis desde hace mucho. La poesía ha dejado de contar, de cantar. Se ha quedado en una exploración del lenguaje, le falta esencia, olor, rumores, sabor; se ha vuelto puro ritmo, enroques de palabras, la emoción, el sentimiento, la mística se ha quedado fuera.


Luego de varios poemarios y reconocimientos nacionales, ¿qué proyectos tienes para este año? 

Este año espero desintoxicarme de la farándula literaria: encuentros de escritores, presentaciones, etcéra, y me encerraré a terminar algunos proyectos que he ido postergando. Una novela que lleva conmigo más de diez años y que creo que terminaré por tirarla a la basura; tengo por ahí un libro de educación física y literatura, un titipuchal de poemarios y tres ediciones en puerta. Y quizá, por decencia guarde silencio. Ya existen demasiados libros y escritores, uno de menos a nadie le importará.


¿Cómo valoras el estado actual de la poesía mexicana?


Con una sola palabra: crítico.


¿Cuál crees que debe ser el papel de los críticos de poesía en México?

Escribir sin apegos a grupos, amigos, intereses. Porque si miramos para cualquier lado son animales a punto de extinguirse.


¿Cuál es tu relación con los poetas mexicanos de generaciones anteriores? 

Es la del lector, degustarlos en sus libros.


¿Lees a otros poetas que han publicado recientemente? 

Sí, desde luego, hay que estar enterados de cómo se mueve el mundo literario, qué hace la demás gente; aunque muchas veces te quedes con un mal sabor de boca.


Atendiendo a la situación actual del país, ¿cuál te parece que debe ser la función del poeta? 

La función de poeta no sirve para nada, es su poesía la que detona maremotos. Como ente, creo que debe de ser un luchador social. Pero la actualidad nos dice que las becas, los cotos de poder, la corrupción le hacen perder la perspectiva a muchos creadores. Otros nadan de a muertito, ni fu, ni fa. Realmente son muy pocos los congruentes.

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