sábado, 5 de enero de 2013

FIRMAMENTO AL CALCE, Alfonso Sánchez Arteche


FIRMAMENTO AL CALCE


Están allí 
distantes y perfectas 
en su enjambre mecánico, 
en su cesta de escarcha, 
en sus nidos de diamantes trémulos, 
con esa fingida vecindad
y esa prudente lejanía 
que nos las vuelve inalcanzables.

Desde la más antigua hasta la más próxima niñez 
el ser que sueña 
ha creído posible encaramarse en algo
cuando es la noche oscura 
y hay en el cielo un racimo de luces en sazón 
que invitan a cortarlas.

Pero son lo que nunca 
el roce de una mano 
logrará profanar 
y en su giro constante 
parecería que son las que nos tocan, 
las dueñas del destino, 
las que rigen el curso de nuestras vidas.

Hay quienes quieren creer
que ellas quisieran decirnos algo 
en su lengua de constelaciones, 
en sus enlaces 
tan insignificantes 
como uno cuando quiere 
abarcar entre los brazos 
la bóveda celeste.

Lo único capaz
de marcarnos al nacer 
es el signo zodiacal de la vida.

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