viernes, 9 de noviembre de 2012

INSOLVENCIA, Alfonso Sánchez Arteche



INSOLVENCIA

Era bella en verdad, la pretendieron variosno únicamente por su simpatíasino por dimensiones que en su geometríavolúmenes lucían extraordinarios. 

Yo la deseé también con los primarios
instintos de uno más en la jauría,
pero ella a mi clamor no respondía
y a tipos aceptó patibularios:
por alguna razón ella sabía
-tal vez mi ajuar a gritos lo advertía-
que no eran suficientes mis salarios
para cubrir sus honorario

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