lunes, 30 de julio de 2012

PRESINTIÉNDONOS, de Ronald Bonilla


Despacio, has de venir con el viento
en la noche de labios presentidos,
cuando el vino burle el canto transparente
de tu copa y la mía;
y sean una sola carta que el destino lanza,
mi mano buscándote
bajo la mesa indiscreta y tu escote
seguro del estallido letal
de tus pezones ocultos.

Despacio,
silente aunque el bullicio salte,
has de venir en la mirada,
ávida, huyendo del pasado
donde sólo fuiste sombra, sólo orilla,
ahora que tus ojos caben en mis besos,
cabrán - digo y repito -
y sigo tus señales, tus pasos de incendio,
y tus caderas disputan
el mismo espacio entre la tela
festiva del encuentro.

Despacio, corazón, que hay tanta prisa,
ya ceden los botones de la ausencia,
ya extiende su ansiada partitura nuestro abrazo.
Hagamos caso al tiempo
en la otra piel que nos transpira y ama.


De A INSTANCIAS DE TU PIEL
Editora Géminis y universidad Tecnológica de Panamá, (2002)

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