sábado, 2 de julio de 2011

INFINITA



INFINITA



Una luz en el infinito me llama,

implora que le siga.

Asustado no voy,

me detengo,

las manos me sudan,

las piernas me tiemblan,

pero insistente me llama,

en mi fuero interno escucho:

"ven", "ven", "ven"...



Temo darle la espalda;

pero ya no es una luz

ahora es un sonido imperceptible,

me detengo a escuchar,

es una voz,

sí, una voz, insistente voz

que clama a mis oídos...



Ahora me persigue,

sí, sí, sí,

me sigue, paso a paso,

va tras de mí,

vaya yo a dónde vaya...



Quiero tener paciencia

y ya, dejarla atrás.

Acallarla,

taparle de mis oídos,

¿o sólo es de mi cabeza?

¿estaré perdiendo la razón?

¿qué me ocurre?

¿qué me pasa?

¿soy yo?

¿he inventado todo ésto?

¿me torturo?

No lo se. Pero corro,

vuelo, me apresuro;

voy hacia ningún lado...



Tropiezo. Caigo.

Caigo, caigo, caigo:

¿sigo cayendo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario